martes, 28 de febrero de 2012

Recuerdos vivos



Son las dos de la madrugada y en medio de esta noche de insomnio miro alrededor y todo ha cambiado. En ese momento me pregunto: ¿todo se olvida? Momentos, sensaciones, sueños, emociones, gente... si también se olvida gente. Me quedo en la cama mirando al techo absorta y pasan por mi mente estos últimos dos años, los momentos vividos, las promesas, sensaciones olvidadas, risas, llantos y me doy cuenta de que esos recuerdos tienen nombre, apellido e incluso olores. Olor a un pueblo perdido en la montaña, al humo que desprenden las motos al pasar, a tostadas recién hechas... Recuerdo los paseos a mitad de la noche, los solitarios bancos, el frío, las estrellas que iluminaban las noches e incluso los ruidos que venían de mi imaginación. Y aun, al pasar, me parece escuchar nuestras risas. Es imposible guardar todos mis recuerdos en una caja para que un día pueda cogerlos, sentirlos como si todo hubiese pasado ayer y que todo de pronto vuelva. Cada día todo aquello se va quedando en el pasado, cada día que pasa se aleja mas y mas. Y pienso que mientras yo olvido, hay alguien en algún punto del mundo que también me puede estar olvidando a mi. Es duro pensar en los recuerdos y pensar que pueden desaparecer pero mientras haya alguien que me los recuerde seguirán vivos.